Las Islas Galápagos
se encuentran dentro de lo que se conoce actualmente como el Parque Nacional
Galápagos, un área protegida que fue creada con la intención de ayudar a la
conservación de la riqueza ecológica, paisajística y cultural del Archipiélago
de Galápagos, así como también para la promoción del estudio de la diversidad
biológica del conjunto.
A propósito de lo
anterior, se conoce, por los diversos estudios que se han realizado a las
islas, que el Archipiélago de Galápagos cuenta en su territorio con 1, 260
especies distintas de plantas, de las cuales 180, de las 560 especies nativas, son endémicas. En relación con los animales de las islas, en
estas se encuentran más de 2, 000 especies distintas, entre mamíferos, aves,
reptiles e invertebrados, mismos que destacan por su alto porcentaje de
endemismo. Pero los animales del archipiélago no solo son importantes por
aquello, sino también porque, a diferencia de la fauna de otros lugares, el
poco contacto que aquellos han tenido con los humanos, ha hecho que el temor a
los mismos sea el mínimo, motivo por el cual, en gran parte, no tienen temor de
acercarse a los visitantes.
A nivel turístico,
tan solo en tierra las Islas Galápagos cuentan con 70 puntos de interés entre
los que resaltan Bahía Tortuga e Isla Isabela. El primero de estos atractivos
se conoce con ese nombre a causa de que es en esta bahía donde anidan las
tortugas negras; el acceso a esta bahía es a través del mar, aunque también se
puede acceder a pie, tras 50 minutos de
caminata. Isla Isabela, por otro lado, es la isla más grande del archipiélago,
y es uno de los puntos de aquel donde se ubica un aeropuerto.
Las Islas cuentan
además con una Reserva Marina, que es la
primera que fuera creada en el país, así como la segunda de mayor tamaño a
nivel mundial. Esta Reserva, fue creada en el año 1986, bajo el interés de
controlar la pesca ilegal que se daba en la zona.
¿Cómo llegar?
La principal forma
de llegar al archipiélago es por vía aérea, y los aviones que parten hasta las
islas salen de Guayaquil o de Quito; a la llegada de estos aviones a Galápagos,
es necesario pagar un tributo. Para viajar a las Galápagos, se debe tener
presente que no se puede acceder a todas las islas con total libertad. Las
islas que permiten el acceso independiente son San Cristóbal, Santa Cruz, y la
parte sur de la Isla Isabela, última a la que se puede acceder en aviones
pequeños. A otras islas del conjunto solo se puede acceder a través de tours,
como es el caso de Isla Santiago, e Isla Bartolomé, entre otras. Del mismo
modo, hay otro grupo de islas a las que solo se puede llegar si se va en
cruceros de varios días de duración como es el caso de la Isla Darwin, o la
parte norte de Isabela, entre otros.
¿Qué hacer?
Las visitas a las
Islas Galápagos permiten al viajero, navegar por el hermoso mar que este Parque
Nacional posee. Del mismo modo, el exquisito mar de Galápagos da la posibilidad
al visitante de practicar actividades como la pesca, la natación, y el buceo,
última actividad que goza de gran popularidad en el recurso y que se puede
practicar bajo la modalidad de “scuba” o “snorkel”. Otros deportes náuticos que
se pueden practicar en Galápagos son el kayak o los paseos en panga.
Junto con los
anteriores, en las Islas Galápagos también se pueden planear caminatas,
observar aves, observar la flora y
fauna, tomar fotografías, pasear a caballo, pasear en bicicleta, entre otras
actividades.
Temporada de Viaje
No existe una
temporada ideal para viajar a las Islas Galápagos, esta depende del interés que
mueva al turista a ir hacia las Islas, ya se encuentre este basado en motivos
climáticos, los deportes que desea practicar, o la posibilidad de observar la
mayor cantidad de especies marinas del recurso. De ser este último su interés,
la mejor temporada es entre los meses de julio a setiembre. Lo ideal es visitar
las islas en épocas de transición climática, es decir, a inicios del año, a
mitad del año, y a fines del año.
Clima
El Clima del
Archipiélago de Galápagos es variado en cada isla, y para aquel contribuyen
además las distintas corrientes marinas que presenta. Si se desea ir en la
época más calurosa, se recomiendan los meses de enero a marzo, aunque hay que
tener presente que pueden darse inesperadas lluvias; si por otro lado se
prefiere conocer Galápagos en su época más seca, es mejor ir a las islas entre
junio y setiembre, es decir aproximadamente durante la segunda mitad del año.
Pese a que Galápagos parece presentar climas extremos en las dos mitades del
año, la riqueza de este territorio natural impide que su esplendor se vea
perdido en cualquiera de sus temporadas.